4.3 Explotación de los recursos naturales

La captura de un número excesivo de animales o plantas de un ecosistema puede inducir cambios ecológicos sustanciales. El ejemplo más importante en la actualidad es la sobrepesca en los mares de todo el mundo. El agotamiento de la mayor parte de las poblaciones de peces es, sin duda, causa de cambios importantes, aunque sus repercusiones a largo plazo son difíciles de evaluar.

Procesos de Degradación Ambiental en México

En México, como en muchas otras partes del mundo, los procesos de degradación ambiental se intensificaron en las últimas seis décadas como producto de las actividades humanas. Las causas que provocan esta degradación son múltiples y pueden dividirse en factores directos (deforestación, sobreexplotación de organismos, cambio climático, especies invasoras, contaminación, entre otros) e indirectos (demografía, patrones y niveles de consumo, gobernabilidad, tecnología)

Los principales problemas ambientales de México

1. Deforestación
   • Pérdida de hábitats y de biodiversidad
   • Extinción de especies y ecosistemas
   • Erosión del suelo, desertificación
   • Alteración de ciclos hidrológicos
2. Falta de disponibilidad de agua (cantidad y calidad)
   • Carencias regionales de agua
   • Cobertura incompleta de agua potable
   • Ineficiencias en el uso de recursos, competencia entre usuarios
   • Tratamiento insuficiente de aguas residuales
3. Contaminación del agua, aire y suelo
   • Afectación a la salud humana
   • Deterioro de ecosistemas y de la biosfera en general
4. Sobreexplotación de algunos recursos naturales
   • Sobrepesca
   • Tala ilegal
   • Caza, saqueo y tráfico de especies
5. Mayor vulnerabilidad a desastres
   • Aumentan pérdidas humanas, económicas, ecológicas y productivas en zonas de riesgo

Algunos factores directos

Deforestación

La deforestación implica la pérdida de la cobertura vegetal natural. Los datos de deforestación en el país son muy dispares debido a diferentes metodologías utilizadas. La estimación de la UNAM para el periodo de 1993 – 2000 es de una pérdida de 776 mil hectáreas anuales. La Conafor, sin embargo, estima para ese mismo periodo un deforestación de 348 mil hectáreas anuales. La diferencia entre estos estudios radica un formas distintas de definir la deforestación (Semarnat, 2005).

El origen de la deforestación es variable dependiendo de los ecosistemas. En las selvas tropicales el 70.5% es causada por las actividades agropecuarias, mientras que en los bosques templados el principal factor son los incendios forestales (48.2%)

Causas de la deforestación en México

Entre las consecuencias de la deforestación, además de la pérdida de vegetación en sí misma, también se provoca: pérdida y disminución de biodiversidad (especies y ecosistemas) y materias primas, degradación de suelos, alteración de ciclos biogeoquímicos en particular el ciclo del agua, erosión, desertificación, y emisión de CO2 (bióxido de carbono que contribuye al calentamiento global), lo cual en conjunto provoca el deterioro de los servicios ambientales y por lo tanto del bienestar social.

Pérdida de Biodiversidad

A nivel mundial se encuentran amenazados cerca del 24% mamíferos, 12% aves, 25% plantas superiores, 25% reptiles, 20% anfibios y cerca del 30% de peces dulceacuícolas. México se encuentra entre los principales países megadiversos.

Sobrepastoreo

El 95% de los pastizales naturales y el 70% de los matorrales se encuentran sobrepastoreados. El sobrepastoreo determina una fuerte erosión de los suelos y elimina la vegetación nativa que es fuente de forrajes para el ganado. Esto último, favorece a la proliferación de las especies vegetales que no utiliza el ganado, lo cual provoca un cambio de la composición de la flora y la fauna de los ecosistemas naturales. La fauna local se ve profundamente afectada porque su alimentación compite con la del ganado introducido. Asimismo, el pisoteo excesivo del ganado provoca la compactación del suelo, disminuyendo la infiltración del agua.

Sobrepastoreo en México

Degradación de suelos

El suelo es considerado un recurso natural no renovable por su componente mineral y renovable por los microorganismos. Sin embargo, la creciente demanda de alimentos, para una población en crecimiento constituye una fuerte presión sobre los suelos, lo cual ha ocasionado una severa degradación. Semarnat, 2005 reporta que los suelos afectados por algún tipo de degradación representan el 45.2% de la superficie total del país, que incluye la degradación física y química y la erosión hídrica y eólica.

La superficie degradada total asciende a 88.1 millones de hectáreas, de las cuáles por degradación química son 34.97 millones de ha (17.9%), por degradación física son 11.61 millones de ha (5.9%), la erosión hídrica afecta a 23 millones de ha (11.8%) y eólica 18.5 millones de hectáreas (9.5%).

La deforestación y las actividades agropecuarias con tecnologías inadecuadas son las principales causas de esta degradación. Cuando en la agricultura se abusa de agroquímicos y del riego, las tierras se salinizan, la ganadería extensiva y el sobre-pastoreo eliminan la vegetación natural y cuando la vegetación se elimina, el suelo se erosiona y pierden su fertilidad. Se estima que la superficie con riesgo de pérdida de suelos por erosión hídrica es del 42%, y por erosión eólica el 89%.

Los suelos afectados por algún tipo de degradación representan el 45% de la superficie total del país, y de ésta proporción el 5% presenta un deterioro severo o extremo (SEMARNAT, 2005).

Como acciones principales para su atención resulta urgente la modificación de los sistemas productivos actuales por sistemas productivos sustentables, mas amigables con las características de cada ecosistema y en correspondencia con las características económica y sociales de cada región..

Sobreexplotación de acuíferos

De los 653 acuíferos identificados, 104 (17%) están sometidos a sobreexplotación (CNA, 2005), lo que ocasiona que la reserva de agua subterránea se esté minando a un ritmo de 6 km3 por año. Cabe destacar que de estos acuíferos se extrae casi el 60% del agua subterránea para todos los usos de la población mexicana. Adicionalmente existen 17 acuíferos con problemas de instrusión salina.

Contaminación de cuerpos de agua

Casi todos los cuerpos de agua importantes del país presentan algún nivel de contaminación. Para el año 2003, el 23% de los cuerpos de agua se encontraba en la categoría de contaminados, por lo que el líquido sólo podría utilizarse para uso industrial o agrícola con tratamiento y el 11% altamente contaminado.

Estaciones de monitoreo de calidad del agua superficiales ubicada en cada categoría de ICA, 2003, (Semarnat, 2005) indican.

Las descargas principales que contaminan provienen de las industrias química, azucarera, minera, petrolera, del hierro y el acero, celulosa, papel y textil. Los contaminantes incluyen metales pesados, compuestos orgánicos, plaguicidas, petróleo, grasas, y aceites, entre ellos, con el agravante de que muchos de ellos se acumulan en los tejidos de los organismos y sus efectos se extienden a la totalidad de la cadena trófica.

Las aguas de origen urbano contaminan principalmente a través de la descarga de organismos patógenos, materia orgánica, hormonas y productos farmacéuticos.

También se considera contaminación la introducción de especies exóticas, las cuales alteran los ecosistemas acuáticos por depredación, competencia, parasitismo e introducción de enfermedades.

Algunos factores indirectos

El crecimiento poblacional fue muy intenso entre 1950 y finales de 1980 cuando la población pasó de 25.7 millones de habitantes a 81.2 millones. A partir de entonces la tasa de crecimiento poblacional ha ido disminuyendo hasta alcanzar en 2005 el 0.99% con 103.1 millones de personas.

Urbanización. Este proceso implica cambios de consumo y patrones de vida. La población se ha concentrado fundamentalmente en las áreas urbanas (66.6% urbano, 33.4 % rural).

Ocupación territorial desordenada. La población se concentra en 10 grandes ciudades pero existen cerca de 196 350 localidades rurales muy pequeñas (menos de 2,500 hab) dispersas por todo el territorio. Muchas de ellas carecen de servicios básicos y están asentadas sobre los territorios de mayor biodiversidad, recursos naturales así como en áreas de alto riesgo a los efectos de eventos hidrometereológicos extremos.

Patrones de consumo. Por otro lado, el consumo de bienes y servicios provenientes de la naturaleza se ha incrementado generando un mayor impacto sobre los ecosistemas con el agravante de que las tecnologías que se utilizan para obtener las materias primas, por lo general no son sustentables, aunque hay avances importantes en esta materia.